11. Son los mejores amigos.

Después de ciertos humanos especiales, los libros son mis mejores amigos.

Prácticamente siempre los tengo a la mano, ahí están pacientemente esperando abra sus páginas para darme lo que necesito en cada momento específico.

Cuando quiero vivir una aventura maravillosa me transportan a sus mundos fantásticos, me divierten, me hacen sentir la emoción de la adrenalina o la tristeza que padecen sus personajes.

A veces activan en mi inconsciente el estro y no se ponen celosos cuando sin consideración alguna los hago a un lado para ponerme a escribir, al contrario, son tan humildes y bondadosos que me dan nuevas ideas para mis cuentos, artículos, ensayos y hasta uno que otro poema, pues están ansiosos de tener más hermanos, y así me ayudan a definir el rumbo de algunos de mis escritos.

Como no todo en la vida es miel sobre hojuelas, a veces las dificultades del camino me llevan a la depresión, esta se enquista, se adueña de mi persona, egoísta no desea ser conocida por otras personas pues bien sabe el origen de su fin, sin embargo, sin elegirlo para este fin específico, el libro en turno me aconseja, aplica la psicoterapia del momento y me saca a flote de nuevo.

Si estoy agobiado por las vicisitudes del destino me hacen descansar.

Continuará…

Phillip H. Brubeck G.