Guerra

Guerra.

Guerra, guerra y ¿qué es una guerra?

Siento fuertes silbidos en el aire y muchos ¡tatatatatataa!, mientras mamá nos abraza. Nos hemos metido en esta casa de concreto que está bajo tierra que construyó nuestro padre.

Dijo que era para nuestra protección, ¿protegernos de que?, todavía siento los estruendos, ¡bumm!, nuestra madre prepara alimento y nos dice:

– No coman tan rápido, no sabremos cuánto tiempo estemos acá y dure esta guerra…

Mientras mi padre, con una cara que nunca había visto, se pasea de un lado a otro, como si estuviera buscando algo, se ve como esa vez, que fuimos a ver los tigres al zoológico, ¡jajass!

Miro a mamá y ella se encoje de hombros con lágrimas en los ojos.

Mientras mi padre le dijo a mi madre:

– Primero pandemia Covid y ahora guerra…

No entiendo nada, debo ser muy pequeño.

Mi madre me dijo:

– Tú debes ser fortaleza para tus hermanos pequeños, por si pasa algo –me abrazó y lloró sin consuelo.

Menos entendía.

En la noche mientras todos dormían, me levanté, caminé entre las sombras, llegué a la entrada, abrí la puerta, hacía mucho frío esa noche, sentía el ruido más fuerte, ¡tatataaa! y de pronto pasaron volando unas luces pequeñas como luciérnagas pero de color rojo y verde ¡taaaatttaa!

Y de pronto ¡bummm!, se iluminó el cielo como si un sol iluminará la noche, le di un puntapié a algo redondo como una pelota, miré y era la cabeza de Nacho que me miraba con sus grandes ojos.

Corrí hacia mi casa de concreto, entré y me metí entre las cobijas tiritando y sollozando, al otro día mi madre me miraba, Y le dije:

– Guerra, ahora sé qué es la guerra.

Los inocentes son los que de peor manera aprenden los que es la guerra, un repudio total a los gestores de una realidad que trauma la niñez…

René Julio Milla Auger.