Cantar, como el viento, en la cima.
Susurran las palabras, en tus oídos, al despertar
las señales que despiertan tus sueños,
sin dejar de soñar, sin dejar de pensar.
Las distancias, se acortan, las miradas se buscan
en medio del viento que susurra, palabras de amor
sin olvidar los detalles de otras noches sin voz.
Susurran las palabras, sueños de caricia en llamas,
de sentimientos que a veces no dicen palabras.
De entregas que encienden la piel congelada
entre los susurros del viento que la voz exhala.
Ligeras horas de noches acabadas.
Del impulso de un desvelo, que no dice nada.
Desde la noche que acuna los cuerpos,
sin amarras.
Cantando en tus oídos, amorosas palabras.
Del sentimiento que no reclama, sabiendo
entre miradas, las respuestas del alma.
Se dibujan esperanzas, al verte sonreír,
entre las nubes verdes que nadie ve.
Entre las estrellas que titilan, fantasías calladas,
por no despertar las noches agitadas,
de besos sin frenos, sin descaro, alineadas.
Despejar los caminos distantes, como el viento
que entra por tu falda.
Calladas las noches, aunque agitada, despierta
los sentidos y el viento cantan una historia
que nada enfría, solo enciende las miradas.
Canta el viento en la cima, yo canto para ti
una canción enamorada.
Moisés Jorquera Vivanco-Chile
Del libro:Amarte.