EL JARDÍN DE MI MADRE.
El jardín de mi madre
era un valle de colores,
donde la rosa
conversaba con el clavel,
las reinas luisas con los crisantemos,
todas sus flores
eran un arcoíris de esperanza a su vida,
hacían volar los dolores
y las cicatrices del alma.
El jardín de mi Madre
era suelo sagrado para todos,
de niño me escondía
para ver sus cansadas manos
acariciando cada pétalo
como si fueran hijos.
Aprendí la simpleza,
la belleza de sus palabras
cuando saludabas cada flor,
la forma de esparcir el agua
para dar vida a su color.
Llenaste mi jardín de rosas,
Todas bellas como tú,
ahora cuidas jardines en el cielo,
me acurruco en los prados
como si fueran tus faldas
y te encuentro en cada flor.
Aquiles Ríos Parra.