Ella decía
Ella decía “yo no tengo la fuerza del huracán, que llega y desgaja, que sigue adelante sin importar el obstáculo; yo tengo, más bien, la fuerza de una peña en el mar, que soporta el choque del agua sin resquebrajarse”.
Pasó casi toda la vida tratando de mantenerse de pie mientras otros trataban de labrarla, muchas personas dejaron su impronta, y no gentilmente.
Se aburrió, se dolió y sintió culpa de no haber sido nunca su propio artesano.
Así que un día tomó unos cuantos materiales, que parecían no tener lugar sino dentro de la basura, y empezó a formar una figura.
No fue un proceso suave, metódico, fue una irrupción salvaje de vida interior, que se le escapó por la piel cuarteada.
Fue formada y remodelada por el proceso, cada curva y cada ángulo, cada capa, cada color, le mostraron quién era ella.
Marcela Quiñones.