HOY SUPE DE TI.
Y desgarré el espejo
para que tus ojos
brotaran como lluvia,
en los presagios,
que corta el brillo sutil
de cada astilla.
Y supe que tus labios
son de esa luna que se pierde
en claroscuros que incendian
el ocaso…
y la mitad azarosa de mi sino
y la cigarra en el patio del silencio
y las auroras de otoño entre mis vértebras.
Hoy supe que tu piel sabe a las uvas
cuando maduras derraman su caricia
entre la húmeda espera de la tierra.
Hoy supe de ti,
en el aroma de sándalo que impregna
la ropa,
los sueños,
los jadeos;
la cima de tus pechos temblorosos.
Hoy supe de ti
y guardaré las horas dormidas en un cántaro
junto a la luna,
la lluvia…
la sombra del espejo.
Everardo Antonio Torres González.