Este poema lo dedico a aquellas personas que normalmente leen lo que escribo. Como no me quiero olvidar de nadie, a nadie menciono. Sólo deciros lo que para mí sois: CORAZONES SINCEROS. Me empujáis a escribir casi cada día. No necesito ni musas ni inspiración, con sólo saber que estáis ahí es suficiente. ¡Muchas gracias!
«CORAZONES SINCEROS»
A veces camino…
camino en sueños.
Y delante no se dibuja nada,
sólo niebla que se adueña
de todo el espectro.
El temor de cada paso
se disipa al momento
con los versos que expiro.
No sé si salir de este ocaso:
un temor ancestral
pega mis pies al suelo,
aunque flotar creo,
inmerso en una nube
cargada de sentimientos.
No hay día, no hay noche,
no hay edad ni tiempo,
la brevedad del momento,
define mis versos.
Raudo he de soñar,
raudo escribo
pero no pienso.
Ni sudo, ni sangro
sino que siento
como parte de mi vida
cada uno de mis versos.
Ni oigo aplausos,
ni los quiero,
tras de mí, corazones sinceros.
José Manuel Fernández Barello