Intenciones
Una campesina libre y sabia
aprendió las bondades
de la naturaleza,
plena de belleza
fabricaba sus recetas
de ungüentos y cremas
para alejar las penas.
Cierto día,
una vecina suplicante, pidió
una receta que calmara
el sufrimiento padecido,
casada a la fuerza,
ella odiaba a su marido.
La campesina conmovida
elaboró un elixir con amor,
pero al ser bebido
aquel esposo se halló fallecido.
Su fama voló entre bocas
era popular, para eliminar
la opresión de unas pocas.
Su pócima de amor
en veneno se convirtió.
Mas hubo una clienta
arrepentida,
y al dar a su marido
aquel brebaje batido,
en el último momento
pidió perdón, sintiendo
agonía por su partida.
Solo, que su amado no pereció.
¡Gracias a Dios, algo falló!
corrió a comentar lo sucedido
a la bella campesina,
y su respuesta la sorprendió.
Solo es agua cristalina
nada envenena, ni mata
es tu odio o tu amor,
la intención en tu interior,
que determina los destinos
en tormentosos o divinos.
Maritza Moreno C.