LA POESÍA SE QUEDÓ A VIVIR EN MÍ
Y un día llegó la poesía
como un ángel a salvar mi vida
vino a rescatarme del abismo
a sacarme del pozo de dudas
a liberarme de las redes del dolor
a extraer el puñal de mi corazón.
Con voz suave me enseñó el camino
a desahogarme con los versos
a descargar la rabia en un papel
a ponerle música a mi interior.
Fue la voz cuando no pude
hablar con mi voz;
vino a darle vida a mi alma.
La poesía se quedó a vivir en mí
y creo que hasta el final de mis días
y cuando me vaya al más allá
mi poesía seguirá viviendo
en quienes lean mis versos.
Aquiles Ríos Parra.