MI CANTO
Soy la débil voz
que en medio del tumulto
canta llorando
o llora cantando
lo bello o lo feo
del entorno nuestro
me escuche quien quiera.
El canto matutino soy
y despierto al que duerme.
La caricia vespertina soy
y conduzco el ama exhausta
al reposo en manos de Morfeo.
Si no es una u otra cosa
¿Para qué sirve mi cantar?
Si todavía soplo me queda
como una botella al mar
su timbre y letra flotarán
y espero que algún día
a medianoche o a mediodía,
a una playa llegarán
y a los humanos hablarán
de amor, de libertad,
de paz o de solidaridad
que tanto hoy van escasas
en nuestras discotecas.
Porque urge que los hombres
vuelvan a ser humanos
y se den la mano sonriendo,
abrazándose de corazón.
Paul Atangana Atangana.