No he sabido de ti
No he sabido de ti,
has marchado a otros mares,
desde mi velero he visto
pasar muchos suspiros,
un vacío me nace en el pecho,
un frío de sentirte,
descansando en unos brazos.
Esos brazos no son míos,
he sentido una flor nacer,
una flor oscura,
presagios de tormenta
y de mucha tempestad.
Las velas están altas,
voy hacia el puerto del sur,
allá donde nacen las dos lunas,
busco tus ojos claros y tus jugosos
labios, quiero lavar mis pensamientos
y dejarlos cristalinos y puros,
como este amor que siento por ti.
Viene la neblina con el aire de Navidad,
ahí está la estrella del norte,
me señala el camino,
siento mucha calma y mucha paz,
se han ido mis pensamientos negativos,
la flor se ha convertido en un arco iris,
ya es Navidad.
Mi corazón cabalga
en los potros blancos con las olas.
Hemos llegado a la orilla,
la gente celebra,
muchos colores han invadido el pueblo,
los cuatro y las maracas junto a los furrucos,
ahí está Manolo, cantando el vapor,
el vapor viene llegando,
espantando mi soledad.
José Argenis Peña Salcedo.