NOS VEREMOS MAÑANA…
Sé que este atardecer y el arroyo que fluye
van gritando tu nombre entre los sauces
en medio de la lluvia, en todos los detalles
anclados en la oscura quietud de una calle vacía.
Adormecidas quedan las penas,
y las lágrimas arden sedientas de tus ríos
volando hacia el poniente inaplazable
con voracidad sin pulso.
Cuántas pasiones de hábito se muestran
y nos traen los sueños ahogados
sin saber lo que buscan.
Cuántas luces lejanas alumbran
un destino punzante de ausencia
en la humana manera de vivir la vida.
Julia,
que busquen estas manos nuestras
el camino de ayer,
y alcemos la voz sin pausa latiendo en el adiós.
Debemos llorar con hondo dolor,
nosotros, que dimos
tantas vueltas al tiempo
para encontrarnos en la ceguera
al final de la vida.
José Manuel F. Febles.
España.