LAS VOCES
Las voces de esa guitarra
se multiplican en las caricias
bebida de copa clara
pasa en los labios de luna y mar.
Y canta la rosa el canto
que deja un tiempo de amar sin pausa
los ojos entrecerrados
la piel dispuesta tan sólo a amar.
Las voces las que murmuran
junto a la sombra de la ventana
mañana de entrega simple
como las uvas
como el palmar
que dejan la madrugada
bebiendo lluvia
mosto y quizás
las lágrimas derramadas en la blancura
del salitral.
Las voces de esa guitarra
que entre mis manos
vuelve a temblar.
Se pierden en la frescura
de los recuerdos al despertar.
Everardo Antonio Torres González.