SOLILOQUIO DE SÁBADO EN EL PUERTO
Hoy tengo en las manos -Rosicler-
fragancia de un sábado en tus ojos.
En la profunda cuenca de mis manos
se derrama la noche.
Con tímida sonrisa se desplaza
la luna en mis falanges.
Y las barcas antiguas se desbordan
remolineando a pausas
en la mar de náufragos delirios.
Incienso de violines -Rosicler-
deambula sin descanso en espirales,
con el alba desnuda persiguiendo gatos
y pedazos de hojas
en el pretil de insomnio y de locura.
Hoy brotan lágrimas y fuego -Rosicler-
desde la poza vieja de mis manos.
Everardo Antonio Torres González.