SABES QUE ES PARA TI.
Me aproxima el recuerdo a un cansancio implacable.
En sus hondos peldaños, la ciudad
no me deja olvidar que habita
mi albedrío, según tu rigidez,
en fariseas poses y costumbres.
No puedo aplazar sombras cuando existe un pasado
que se mira en los sueños donde vives,
engañar lo que fue una unión de dos bocas,
lo que fue
libertad en pedazos, otra muerta de turno.
Sin querer me adecué, dueño de mis tristezas,
y hasta el agobio fuiste el gran disfraz
de una dulzura,
mas, huiste vulnerable al borde de la vida
como si el amor fuera, tan solo, una palabra.
Has sido fugaz, lloverá en tu olvido
un cadáver de ausencias
contemplando el pasado, rebosante de lágrimas.
José Manuel F. Febles.