Sueños que se llevan tatuados en el alma
Tatuaje,
tinta imperecedera
clavada entre la piel.
Flores, mariposas, anclas,
alacranes, palmeras y barcos,
grafemas de significados distintos,
utilizadas por los amantes,
para besar
cada línea trazada.
En sitios que son impensables
con la cruz del secreto,
hasta en el orgullo de lo público,
otros tatuajes no se ven
van marcados en el alma,
esos duelen al pensarlos,
sencillos o complicados,
cómplices de una historia,
nombres de nostalgia,
hijos que ya no están,
días, meses o años
que son para recordar,
entre dermis y epidermis,
pero también en el alma,
álbumes de tatuajes que andan,
desde los inicios cristianos.
Pablo Quintero Rodríguez.
Venezuela.