Un libro.
Cada sueño comienza en un libro,
contando historias reales e inventadas
donde el escritor va plasmando en cada línea
esa imaginación que otros imaginan y sueñan.
Un libro, entre tantos otros va guardando
historias de vida, de sueños.
Amores furtivos, engaños y de los otros,
pasión desenfrenada, misterios y religiosos.
Un verso, escondido entre las tapas
de colores que nadie imagina.
Como soñando se descubren suspiros
que aguardan para comprender
los sueños del escritor que convierte sus palabras
en ese hermoso libro que nunca descansa.
Arrimado en un librero, porque sus letras
traen cariños, ternuras y pasión.
Libro, compañero de aventuras pasajeras y eternas.
En el pasado compañero inseparable
de las tardes de lecturas y sueños
que se iban a la cama junto a las velas.
Dibujando personajes que ayuda el escritor
con sus historietas de conquistas y amor.
Libro, libro, amigo y enemigo de tiempos idos.
Libro de aventuras compartidas con el escritor,
que nunca imaginó que sus letras
crearían imágenes sin huidas.
Ser en el tiempo lo plasmado como un pensamiento
repetido en ocasiones cuando decae el sentimiento.
Un libro marca las historias desde niño.
Un libro lleva sabidurías para el ingeniero.
Un libro guarda la palabra sagrada desde el comienzo,
como aquel libro de poemas que canta realidades
que en el corazón guardan llantos y sonrisas,
porque alguien en otro tiempo
imaginó los amores sin distancias
que en ese libro por siempre se guardó.
Moisés Jorquera Vivanco.