UNA CAJITA
Hay una cajita sobre la mesa
Y otra cajita frente a la puerta
Apenas respira, ya no puede sostener su cabeza
Quiero que mi corazón la alcance a ella
y le comparta algún latido que la fortalezca
Y pensar que esta mañana durmió a mi lado
Y la noche anterior era un ovillo sobre mi mano
que me veía fijamente con ojitos alumbrados
Se me fue el aliento
Se le fue el calor de los huesos
Se me fue entre los dedos
Y mi alma la fue siguiendo
Ojalá el dolor también se me fuera
Porque mis ojos ya no paren lágrimas enteras,
ahora solo me queda la cajita sobre la mesa
La cajita frente a la puerta
Tan sola en una solitaria cajita
Donde respira todavía, suave y tranquila
Despertará pronto a pedir su lechita
En mi cuello el sueño acunará su naricita
Y en la cuenca de mi brazo hallará lugar su cabecita
Hay una cajita que le queda un poco grande
Quiero hacerme chiquita junto a ella
Quizás la llene, mientras la tapa no se levante
Quizás escuche de nuevo su voz sedienta
Quedarme y abrazarla hasta traerla de vuelta
Quiero llenar el espacio que le sobra
Que no tiemble de frío
Que no duerma sola
Y apagarme con ella
Hoy hay solo una cajita frente a la puerta
Ya mañana dormirá bajo tierra
Diana Brubeck.
People Comments (2)
Pablo Quintero Rodríguez noviembre 2, 2024 at 5:47 pm
Excelente poema dónde se narra y describe magistralmente el adiós para siempre a una querida mascota.
Más hoy, Día de los Difuntos.
admin noviembre 2, 2024 at 6:25 pm
Buena tarde Pablo.
Muchas gracias por tu comentario, con gusto lo haré extensivo a mi hija.
Durante tres semanas la estuvo alimentando con jeringa porque la mamá gata como que no le hacía mucho caso, y se encariñó mucho con la gatita.
Este poema lo escribió hace apenas una semana y por eso decidí publicarlo hoy.
Un abrazo.
Phillip H. Brubeck G.