Una mirada profunda, hacia la naturaleza.
¡Eres madre! Toda una belleza,
al mirarte reflejas transparencia,
«sin codicias ni malezas»
siempre brillas con tu esencia.
Sintiendo por ti, un amor profundo…
Desde este querer a mi llanura,
sus rincones y su anchura.
¿Cómo no podría quererla?
¡Si mi alma la añora!
» cuando la melodía aflora»
desde muy lejos al pensarte,
mientras navego recordándote.
Te miro en el océano del silencio,
encontrándote en este latir,
que nunca deja de latir,
sin ti, yo no podría vivir.
Cuando quiero percibir tu presencia,
tan solo respiro y suspiro…
¡Sintiendo aquella caricia!
mientras siento esa armonía,
la cual no se asemeja a ninguna,
expresarte por medio de estas líneas,
me quedaría corta en palabras,
poder lograr describirla.
María Osio.