TODO ES UN SUEÑO
Amaneció y la luna, se pierde en las ramas de los álamos, mirando su luz entre guijarros y el ondular del agua entre los peces.
En vieja noche, el viento mueve apenas el tul de la ventana, pasea entre la sombra del espejo, desnudo y melancólico; acaricia las fotos olvidadas en la pared oscura del pasillo, revuelve cartas y grises papeles mal guardados en una caja blanca.
El polvo se acumula en el librero, las páginas cerradas se estremecen. A veces, un murmullo se pierde entre el canto azaroso de los grillos.
En el dintel, afanosa, una araña tiende su tela, hilando las primeras luces del otoño.
Tus labios pasan por mi cuello… la luna sigue corriendo en las aguas claras del río que serpentea.
El alba asoma entre las sábanas, con el silencio profundo de los templos y blancura de nieve en la montaña.
Todo es un sueño, tu sombra paseando junto al río y la luna perdida en las ramas de los álamos.
Everardo Antonio Torres González.