LA COMA ( , )
La coma es un signo de puntuación que indica una pausa breve.
1. Separar elementos análogos.
Se usa para separar elementos análogos de una serie, sean palabras, frases u oraciones.
Ejemplos:
“Las riquezas, los honores, los placeres, pasan como el humo.”
“La humanidad vive, la sociedad marcha, los pueblos sufren cambios y vicisitudes, los individuos obras.”
Se omite la coma, cuando las proposiciones o sus partes semejantes están unidas por una de las conjunciones copulativas “y, e, ni” o las conjunciones disyuntivas “o, u”.
Ejemplos:
“Graciela, Julieta y Rafael son buenos alumnos.”
“Nos topamos con nubes de mosquitos, encima, debajo, delante, detrás, lejos y cerca de nosotros.”
Sin embargo, no se omite la coma si las conjunciones “y, e, o, u, ni” van repetidas.
Ejemplo:
“Al apuntar el alba, cantan las aves, y el campo se alegra, y el ambiente cobra movimiento y frescura.”
2. Junto a los vocativos.
Se pone la coma, después de un vocativo[1] que va al principio de la proposición; antes y después si va en medio; y sólo antes si va al fin.
Ejemplos:
“Juan, entra de inmediato.”
“Por favor deje eso en la mesa, señor, y ayúdeme a cargar este paquete.”
“Deja de hacer tanto ruido, Lupita.”
3. Cuando se usa la elipsis.
En las oraciones con elipsis[2] se pone la coma en el lugar donde se omiten las palabras que se sobreentienden.
Ejemplo:
“La micro industria debe tener hasta 15 trabajadores, la pequeña industria, hasta 100, y la mediana, hasta 200.”
4. En expresiones incidentales.
Se pone coma al principio y al final de las expresiones incidentales que cortan la secuencia expresiva para dar una explicación.
Ejemplo:
“Uno de los principales recursos naturales de Durango es la madera, procedente de los bosques de coníferas enclavados en la sierra, materia prima del 20% de la industria manufacturera estatal.”
Es necesario cuidar que la inserción de frases u oraciones incidentales no se convierta en un obstáculo para el correcto entendimiento de la idea que se expresa en el párrafo, toda vez que en caso de una confusión obliga a una segunda o tercera lectura. Una aplicación de esta afirmación la podemos encontrar en el siguiente texto, donde marco en negrillas la parte incidental:
“Si Jaeger se hubiera decidido a trazar el esqueleto de la Paideia como una tesis escueta, dejando de lado la carne que lo reviste, su libro no sería tan hermoso y tal vez no parecería tan justificado. El excelente análisis que consagra a la obra de Tucídides, y que fácilmente podría completarse con el capítulo respectivo de J.T. Shotwell en su Historia de la historiografía y con el libro especial de J.H. Finley Jr., Thucydides (1942), no deja percibir claramente el sitio que ocupa Tucídides en el viaje del pensamiento griego hacia la modelación del Hombre y del Estado. Da los elementos para ello, pero no llega a conclusiones expresas. Las intentaremos, esforzándonos por no traicionar su pensamiento.”[3]
5. Entre palabras reiterativas.
Nos permite separar palabras reiterativas, las cuales se usan como recurso estilístico para dar fuerza o énfasis en un escrito.
Ejemplo:
“El trabajo requiere energía, energía mental, energía física, para desarrollarse con calidad.”
Es conveniente recordar que el abuso de este recurso estilístico pude provocar los efectos negativos de la redundancia, entre los que se encuentran la cacofonía y la lentitud en la lectura.
6. Expresiones ilativas aclaratorias.
También se usa coma para encerrar las expresiones ilativas[4] aclaratorias “además, pues, por consiguiente, mas, asimismo, en consecuencia, sin duda, no obstante, sin embargo, por otra parte, en fin, esto es, o sea, es decir, pero, aunque” y otras similares.
Ejemplo:
“El promotor debe ser agresivo en su labor, es decir, perseverante y convincente para atraer nuevas inversiones. Además, tiene que conocer bien su Estado para que su interlocutor se interese en él, y en consecuencia, se establezca en Durango.”
7. Para separar elementos de la oración.
Se usa coma para separar dos elementos de la oración cuando esta es demasiado extensa y se requiere una breve pausa para respirar.
Phillip H. Brubeck G.
[1] VOCATIVO: Caso de la declinación que sirve para invocar, llamar o nombrar a una persona o cosa personificada.
[2] ELIPSIS: Omisión en la frase u oración de una o más palabras sin alterar el sentido de la frase.
[3] REYES, Alfonso: Junta de sombras. Fondo de Cultura Económica, primera reimpresión, México, 2001, p. 375.
[4] ILACIÓN: Enlace razonable y ordenado de las partes de un discurso o de una deducción lógica.