EL FONDO DE LA NOCHE
Si en mi desliz hablara de la muerte,
sería como un orto
refulgente
que agoniza muy lento en mis palabras,
donde nacen penumbras en los ojos
en este atardecer
arrebatado.
Hoy, al cansado cuerpo de mis noches,
podré robarle el tiempo de un volcán
sobre mis propias huellas,
donde se pierde el alma.
Solo el amor difiere de
olvidos fugitivos
en el amargo abismo del
espíritu.
José Manuel F. Febles.