UNA MUJER…
Una mujer crecida en la corriente
es una ola buscando la certeza,
la página anterior y la siguiente,
la misma incertidumbre de una pieza.
Una mujer herida en la pendiente,
en mitad de la vida, en su corteza,
mantiene de luz propia el inconsciente,
que comienza a existir en su entereza…
La claridad se aprende en madrugadas
donde el silencio abarca las miradas,
nadar contracorriente en su marisma,
viviendo el abandono de si misma.
Una mujer renace desde el fondo,
en la verdad que inunda, desde muy hondo…
Cecilia Ortega Astorga.