1. El aprendizaje.
¿Por qué leer? “Esa es la pregunta”, como dijo Shakespeare.
Empecemos pues desde la primera razón que tradicionalmente nos inculcan en la escuela elemental: el aprendizaje. Los libros son los custodios de la memoria de la cultura, en ellos se contiene prácticamente todo el conocimiento humano acumulado a lo largo de los siglos; fuente inagotable del saber, de tal suerte que, al leer, podemos apropiarnos de toda una ciencia, desde lo más elemental hasta los detalles específicos de profunda especialidad.
Así podemos adentrarnos en las partículas atómicas, los impulsos de los electrones, el movimiento unificador de las moléculas y los misterios de la vida intracelular.
Nos permite viajar hasta las fronteras conocidas del cosmos entre galaxias y agujeros negros.
Descender a la oscuridad de las simas marinas para indagar sus extrañas formas de vida, o ascender a la cima del mundo donde se dificulta respirar por la falta de oxígeno.
Introducirnos en el mundo mineral para estudiar la historia del planeta y desenterrar sus tesoros apasionantes.
Penetrar de manera aguda en los misteriosos recovecos de la psique, donde razón, conocimientos, impulsos y sentimientos interactúan de manera impredecible, consciente o inconscientemente; o bien, suspendernos en las abstracciones matemáticas y filosóficas.
Continuará…
Phillip H. Brubeck G.
