Devastación
La Amazonia ha quedado bajo las cenizas, donde el fuego abrazador ha destruido y destruye todo aquello que significa: “Uno de los últimos bastiones verdes del planeta Tierra”, hoy consumida bajo la atmósfera, que está y seguirá causando estragos en el mundo, con el calentamiento global.
¿¡Debemos agradecer al mismo ser humano!?, ¿por qué los vientos avivan, los fuegos que el hombre encendió?
Y ahora el ecosistema, después de esta catástrofe global, avivará los desastres naturales, los cuales ya se muestran en lugares que nunca antes habían sucedido, granizo, terremotos, inundaciones, tsunamis y su causa apoyada y exponenciada por los miles de grados de calor generados al incendiarse el Amazonas.
Por esta razón humanidad perdonémonos a nosotros mismos, que esta fue la gota que rebalsó el vaso, estamos mirando nuestro “Planeta Gris” que comienza a enfermase con sus hijos, “La Humanidad”, ahogada por el calor y el humo del incendio de” la Amazonia”.
¿Cuál será, la decisión de la Madre Naturaleza, frente a estos hechos? Todo por hacer una desertificación en el Amazonas, hemos destruido vidas, tanto de aborígenes, como de especies nativas, el dinero fue más importante que la vegetación que sustenta al planeta. El hombre ha desequilibrado la estabilidad del ecosistema de la tierra, no esperemos que la naturaleza, no se revele, preparémonos, porque el mundo no se destruye por los que lo dañan, si no más bien por los que no hacen nada, el país dueño de esas tierras está dejando que se consuma la selva, el respeto de la humanidad se ha perdido en uno bolsillos que se están llenado de dinero, mientras el mundo se hunde en el humo y el calor intenso…
René Julio Milla Auger.
