EN TORNO AL DÍA INTERNACIONAL DEL LIBRO.
Se afirma que el ser humano, siempre buscando facilitar su vida, busca salidas a lo que considera obstáculos para desarrollar sus relaciones sociales.
Es así como crea la escritura, pues le era muy difícil mantener en su memoria todo el legajo de sabiduría que producía, al igual que el obtenido de las generaciones anteriores.
Se tiene la presunción de que los pictogramas que daba origen a jeroglíficos y la cuneiforme, fueron los inicios de la escritura.
Ambas escrituras se extinguieron como parte de las culturas que las crearon y usaron, dando pie a la evolución hacia los ideogramas y la escritura fonográfica.
De esta manera, la escritura se convierte en un elemento esencial en la cultura de cualquier civilización.
Es el elemento protagónico en la transmisión de caracteres, tradiciones, costumbres, religión, normas de vida, sentimientos del pueblo, que hoy perduran en cada civilización gracias a la escritura.
La escritura representa los signos lingüísticos mediante expresiones gráficas. Esta representación de ubica de varias maneras en una lengua, ideográficamente, cuando es la grafía la que diferencia los significados. Semiográficamente cuando la escritura señala la totalidad del signo lingüístico, es decir, el significado y el significante y la escritura fonográfica que establece la relación existente entre grafía y sonido.
Una vez creada la escritura, varios alfabetos en civilizaciones distantes, se comenzaron a escribir los elementos de interés, unos tallados en piedras, otros en láminas de barro que luego secaban y sometían a altas temperaturas para darles durabilidad.
En cueros curtidos de animales, sobre maderas, hasta que los habitantes de las riberas del Río Nilo crearon con una planta de esa zona unas láminas vegetales llamadas papiros que fueron usadas como páginas.
En tanto, en el lejano oriente, la civilización china inventaba el papel y la tinta, popularizados como elementos básicos para la escritura, producción de textos, e inicio de la elaboración de libros.
Al manejarse los signos para comunicarse, es decir, el hombre manejó con cierta habilidad la escritura, y Caí Lun invento y difundió el papel en sus territorios allá en el 220 a.C.; posteriormente los árabes lo llevaron a sus tierras, y más tarde a Europa a través de España, dónde la producción de papel dejó de ser artesanal, instalándose el primer molino para su elaboración en Valencia en 1100 d. C., iniciando la elaboración de libros, en manuscritos sobre papel gris y sepia claro.
Las primeras impresiones en papel blanco se hacen con el descubrimiento del cloro en 1774.
El hecho que los primeros libros fuesen escritos a mano no impidió que la impresión manual de desarrollara y existieran personas dedicadas a tal fin, sobre todo en los monasterios, tanto es así que existieron enormes bibliotecas, como la biblioteca de Alejandría.
Hasta que en 1444 en Alemania Juan de Gutemberg inventa la imprenta. Imprime La Biblia y luego un Diccionario de Latín, impreso como él mismo lo señaló «con armonía, precisión, proporción y medidas de letras de molde»
Una vez conocido el papel y la imprenta de Gutemberg, esta última se popularizó haciendo más fácil la impresión de libros, los de vieja existencia y los de nueva aparición, que llevaron a la clasificación de los libros, componerlos de una estructura, primero por uso y costumbre y luego dictada por la UNESCO, quien también lo definió como » una publicación no periódica con 49 o más páginas impresas que se han cosido o pegado para posteriormente encuadernar juntas».
Hacia el año 1925, el escritor Vicente Clavel Hernández propone en Cataluña, España la necesidad de conmemorar el Día del Libro. Esta idea fue tomada por la UNESCO, para en 1926 declarar el 23 de abril como Día Internacional del Libro. Tomando esa fecha como un homenaje a Miguel de Cervantes Saavedra, William Shakespeare y Garcilaso de la Vega, quienes por coincidencia murieron el 23 de abril de 1616.
En el año 1995 la misma UNESCO, rebautizó el 23 de abril como Día Mundial del Libro y los Derechos de Autor.
Este día es celebrado en el 98 por ciento de los países del mundo, normalmente se obsequia un libro como elemento significativo y de celebración del Día Mundial del Libro, cada 23 de abril.
Pablo Quintero Rodríguez.