¿Qué somos las mujeres?
Muy buenos, días, tardes, noches, partiré preguntando: ¿Qué somos las mujeres?, ¿Alguna de las asistentes a esta reunión me podrá ayudar?…
¡Todas están en la razón!
Sin embargo, nuestra mirada apunta otra manera de ver las cosas…
Por las similitudes estamos reunidas aquí y ahora…
Para ayudarnos y guiarnos en la búsqueda y encuentro de soluciones a nuestros problemas y conflictos diarios y no de nosotras mismas, porque siendo madres, hermanas, tías, sobrinas, educadoras y compañeras de aquellos hombres que hemos elegido o que se han internado en nuestros corazones, a los cuales hemos designado como nuestro amor, diariamente damos soluciones.
Estamos aquí por nuestro derecho a escuchar y ser escuchadas, a igualar miradas, a cambiar el futuro para que nuestros hijos no conozcan el maltrato que el padre le da a su madre, estando en su presencia, los golpes físicos, morales o intelectuales…
Porque ahí tendremos un adulto dañado, que dañará a su compañera tarde o temprano, por lo visto en su niñez y desarrollado en su adultez. Conducir y enseñar a la mujer a valorarse, deberá ser uno de nuestros pilares fundamentales…
La familia otro de ellos y facilitar el diálogo con el compañero sobre: ¿qué sucede cuando está atentando contra la integridad, física intelectual y moral en el seno familiar?…
Muchas veces nos quedamos calladas llorando a solas, sin que nadie nos vea o maquillando nuestros golpes frente al espejo, para que pasen desapercibidos, porque la vida continúa y tenemos que seguir haciendo las cosas, recordemos que el castigador vuelve cada noche a entrar en nuestras sábanas.
Herencia de cientos de años desde que el cavernícola arrastraba a su mujer del pelo para hacerla suya , esto lo ha enseñado el cine, lo que no ha podido igualar esta gran pantalla, fue la tortura a las mujeres que denominaban como brujas (dueñas de hechicería), muchas veces crucificadas o quemadas en la hoguera, mientras las otras mujeres miraban y se mofaban, cuando al llegar a casa, ellas mismas, al marido le tenían que lustrar las botas y sacar harto brillo y darle el guisado caliente y de buen sabor o de otra manera, eran golpeadas y puestas en un cuarto y sin comer hasta el día siguiente, mientras el príncipe se Iba a la taberna de la esquina a demostrar su hombría…
Qué curioso lo que se daba, de “torturadoras a ser torturadas”…
La emancipación femenina dio luz, para que las mujeres hablaran, pero ¿cuántas de ellas perdieron la vida, en el intento, que se convirtió en proceso, con sus decesos?
¿Somos gestoras de nuestros propios males? o ¿ha sido nuestra enseñanza las que nos ha conducido a ser subyugadas por el machismo mal comprendido del hombre en nuestras vidas?
Resumiendo, en nuestra época actual, seamos doctoras abogadas, profesoras, obreras, ¿podemos igualar el sueldo que ellos ganan?
¿Somos un material desechable o intercambiable?
Pienso que esto se debe responder individualmente, para ser conversado y evaluado en cada mesa de cada nación, para ser enseñado y puesto en práctica por el público femenino de nuestro amado planeta llamado Tierra.
Porque hacer, conciencia no es restar derechos a nuestros compañeros hombres, sino más bien igualarlos.
Cuando somos madres, aunque todavía no lo seamos y mirando a nuestras propias mamás, aunque nos enfermemos, nos levantamos, hacemos las cosas de la casa, porque esa acción, es el sentimiento protector que tiene cada una de nosotras dentro, sin embargo, el hombre tiene un resfrío se queda en cama y nosotras lo mimamos por ser el rey de la casa.
Cuando hay mujeres, que las ha afectado un cáncer u otra enfermedad de carácter terminal y luchan por sacar adelante a sus familias, aunque ello les cueste su existencia…
¿Injusta la vida?
Estamos aquí, en esta nueva era de pandemia para igualar algunos conceptos sobre la discriminación de género, que ha sido menospreciada y desvalorizada, por nuestros pares hombres… O ¿como dueñas de casa recibimos salario, de un tiempo 24- 7, cada día del año, por el resto de nuestros días?
¿Cuál debe ser el desenlace de todo lo antes descrito?, ¿debemos seguir fallando, al guardar silencio cuando una mujer es asesinada por el hombre que la amaba?, para quedar impune después de un tiempo, puesto que su defensoría apeló a qué ella lo engañaba, pero nunca se dijo que él la maltrataba, antes de que lo abandonará. ¿Dónde queda la familia después de este suceso?
Aunque hayan sido las autoridades informadas…
Queda mucho camino que recorrer, esto es solo el inicio, al cual debemos prestar atención para resolverlos en todos los rincones donde exista una mujer.
Cada situación que he mencionado tiene su excepción, porque hay hombres que cuidan a sus compañeras, valorándolas y volviéndolas reinas en sus hogares…
Muchas gracias por brindarme la palabra.
René Julio Milla Auger.