Cuando Dios hizo a la mujer.
Tenía que ser especialmente fuerte
para llevar el peso del mundo
y superficialmente suave como para estar cómoda.
La mujer tiene la fuerza para dar vida,
le dio fuerzas para seguir adelante
cuando todos los demás
fatigados no resisten más.
La mujer tiene la fuerza
para cuidar de su familia
a pesar de las enfermedades
y del cansancio.
Mujer de sensibilidad
para amar a sus hijos
con amor incondicional,
incluso cuando esos le hacen daño.
Le di fuerza para llevar a su marido
en sus defectos y quedarse a su lado
sin debilitarse y finalmente,
le di lágrimas para derramar
cuando sientas necesidad.
La belleza de la mujer
no está en su ropa que usa o su cara
y forma de peinarse,
la belleza de una mujer
está en sus ojos,
porque es la puerta a su corazón,
en dónde reside el amor y a menudo
es a través de sus lágrimas
que se ve su corazón.
Todas las mujeres son hermosas
y tenemos que animarlas a amarse
tal como son y tener una autoestima correcta.
Edith Carballo.