SEMANA SANTA
Juan José Alcolea.
I
Cuerpo de Cristo yacente
sobre brocado y madera.
El silencio se supera
mudo…terrible…imponente.
¡Dios ha muerto!
– Entre la gente
arcano terror se eleva
y hasta el incrédulo lleva
su mano sobre la frente. –
Una mujer penitente
luce su mantilla nueva.
II
Y el tambor… y la corneta.
Sobre la noche un bordón:
Pon…Pon…Pon…Porrompon…Pon…Pon
y la voz de una saeta.
La procesión marcha prieta.
Paso…Paso…Paso…Paso.
La Virgen con el traspaso
del corazón por la pena.
¡Pena de Dios!¡Pena plena!
¿Cuándo colmarás mi vaso?
III
Corta el aire la saeta
y también corta el aliento
esa garganta que llora
el paso del Cristo muerto.
Triste lamento que brota
en un mágico momento
preñando de sentimiento
la procesión de sus notas.
Corta el aire la saeta
y es mi corazón su centro.
IV
¡Virgen Madre! ¡Dolorosa!
¡Virgen de la pena, pena!
¡Virgen de dolor tan llena
pero a la vez tan hermosa!
Bajo tu pecho de rosa
va tu corazón herido,
de mil puñales transidos
por la angustia que te toca!
¡Cuánto gemido en tu boca!
¡Cuánto error el cometido!