NAVEGACIONES
Navegamos, el alba se embriaga de viento y marea. La mitad del barco es una canasta de sueños… la otra es un vaso de vino servido en vaivenes…
La luna pasa
con un beso en los labios
y palidece.
Un rumor se alarga y posa sus manos en los blancos sueños. Las sombras chinescas recuerdan historias de mar y sirenas; de juegos silentes en las madrugadas de viajes y espejos rotos en cubierta.
El viento desgarra
jirones de velas
sin detenerse.
El silencio cesa, el acantilado se inunda de cantos tan suaves y dulces como tus pupilas.
Trozos de madera flotan en la playa, el canto se extiende en la blanca noche de las caracolas.
Everardo Antonio Torres González.