Dignidad.
Pueblo que reclama es el que siempre espera
que sus demandas sean escuchadas.
Sin cortar el cordón que les ata, dibujan esperanzas
siempre de un mejor mañana.
Es verdad que las alamedas son anchas,
para que caminen los libres, aunque los peajes
destruyan esperanzas.
Enfermo es el que no tiene atención primaria
porque las leyes te llevan a lo privado
todas las ganancias.
Aprieto mi mano a la esperanza y mi voz
se desata cuando se marcha.
Por los que falta, buena educación, mejor salud,
pensiones dignas para los que entregaron sus enseñanzas
para que las leyes no entreguen dignidad
por sus demandas.
Dignidad, después de tantos años esperando
cierran las alamedas y aparece el llanto.
Ese que brota en cada palabra, del corazón
sintiendo que las balas no encuentran razón
y vuelen no por lo alto.
Amo las conciencias consientes de los que marchan
sin importarles que amedrenten sus almas.
Que las palabras de guerra aparezcan, cuando sus demandas
no son escuchadas, al transformar conciencias
para que guarden silencio hasta en sus miradas.
Dignidad, palabra que no requiere ser interpretada,
abran sus oídos, autoridades que velan por sus ansias.
la gente espera más de sus promesas
sin que llamen a la guerra, porque el pueblo
también aun tiene esperanzas de un mejor mañana.
Sin mentiras, pero con la conciencia que han esperado por nada,
de las autoridades que todo silencian cada mañana.
dignidad, es eso lo que hace mucha falta.
Moisés Jorquera Vivanco.
Del Libro » Ahora»
