JOSÉ ANTE EL NACIMIENTO.
Llegaste entre la niebla
pisando alfombras de silencio.
Nadie lo supo, nadie…
Ninguno traspasó la puerta
del misterio.
Nadie en aquella noche
supo limpiarse el sueño.
Nadie en aquella noche
supo mirar tu cuerpo,
que no era sangre mía,
pero que respiraba con mi aliento.
Nadie…,
sólo tu madre y yo
bajamos a tus ojos
hasta ahogarnos en ellos.
Nadie …,
sólo tu madre y yo
supimos desnudarte
y contemplarte entero.
Nadie…,
sólo tu madre y yo
vivimos el secreto
de aquella noche blanca
que temblaba de paz…
en tu silencio.
Germán Pinto Recuero.