LLOVIENDO EN MI MEMORIA
África Herrera Herrera,
de mi corazón al cielo.
Sucede, que no encuentro las palabras
para anegar la sed de tantos sueños
lloviendo en mi memoria,
albergue de impaciencia
en los amaneceres
que me surcan los ojos.
La noche, saciada de ser la noche,
envuelve en su refugio
horarios ya vencidos
y ciego no soporto
quedarme, tristemente, sin preguntas
cubiertas con tu nombre, tan lejano,
donde sé que me esperas todavía.
José Manuel F. Febles.