NOS MARCA LA VIDA
Era temprano,
sentía la inquietud atravesar mi vida,
el temblor en los ojos y, en las manos,
el equipaje viendo la tormenta
nublada, la conciencia en el silencio exacto
de un amanecer próximo a mi propia mirada.
Pensaba en amarillo, el color de mi otoño,
por donde van muriendo las crónicas de un tiempo.
Ahora no voy buscando las palabras de amor,
la luz de esas palabras calcinadas
como trenes cansados de recorrer a solas
los raíles de un nombre inexistente.
Ayer fue un mundo, recuerdos sin herencia,
aunque entraste con tiempo salpicando con huellas,
y abrazar sin conciencia, tantos remordimientos.
José Manuel F. Febles.