SORTILEGIO.
Miro por la ventana, abro los ojos,
descubro la mirada del paisaje.
Me preparo, debo emprender un viaje
al centro de la tierra entre despojos
de versos insumisos. Labios rojos
me despiden sin verme. Mi equipaje
es ligero: la vida y el coraje
de continuar, abriendo los cerrojos
de todas las compuertas de las flores,
en el jardín de la melancolía,
para sembrar la luz de la alegría.
Y en la lluvia de poemas y colores,
bebiendo el sortilegio del licor
de la vida, florecerá el amor.
Nieves Álvarez Martín.
De la plaquette CON DIN ADA,
editada por el aula de poesía
José Luís Hidalgo de Torrelavega.