VIDA COMPLEJA.
Comenzando su trabajo
inician Doñas Hormonas,
alborotando personas
del “alto mundo o del bajo”.
Nuestro primer desafío
en físico y sentimiento,
es el más bello momento
de nuestro paraje umbrío.
En nuestra segunda etapa,
comenzamos a explorar,
buscando experimentar
y ahí es donde nos atrapan.
Si somos correspondidos
subimos tocando cielo
pero llega el feroz celo
y ahí es que estamos fuñidos.
Si le hablan o le sonríen
ya se graduó de cachón,
en este caso el varón
paga para que la espíe.
Si es al contrario la cosa
es la mejor detective,
ya no hay quien la desmotive
ni rival, ni resbalosa.
Mandará a leerse las cartas,
y el café con los tabacos,
¡pero de ahí yo si lo saco!
Aunque ya las tengan hartas.
Discusiones de ambas partes,
disculpas, falsas promesas,
y con tremendas sorpresas
que no logras explicarte.
Insultos, golpes, batidas,
en las tardes, las mañanas,
y en la noche cotidiana
la pasión da la vencida.
Ya llegando a la adultez
comienza a esparcir semilla,
se sufren mil pesadillas
viajando hacia la vejez.
Esta rutina no escapa
a ningún ser terrenal,
luchan el bien contra el mal
todo el tiempo y toda etapa.
A lo que voy sin demora
es a la gran diferencia
de vejez a adolescencia
en las parejitas de ahora.
Hay mucho viejito verde
que muere por una tierna,
aunque le duelan las piernas
y con ella no concuerde.
Echa mano de las viagras
a ver si cumple el mandado
porque lo que Dios le ha dado
se oxidó como bisagra.
Y la tierna sigue al viejo
sin importarle los males,
ellas quieren son los reales
del pobre humilde pendejo.
También las asaltacuna
tienen su corazoncito,
atrapan a su manguito
sin contemplación ninguna.
Y el muchacho que no es lento
ni corto ni perezoso,
da el zarpazo cual el oso
por no fallar en su intento.
“Pues de la gallina vieja
sale siempre el mejor caldo”,
y las más jechas con saldo
son mejor como pareja.
Esta vida es tan compleja
que no logro comprender
ni al hombre ni a la mujer
cuando quiere y se apareja.
Aunque quedemos perplejos
vive y sé entonces feliz,
tú de actor y yo de actriz
a ver si llegamos lejos.
Irma Alejandrina Rondón Varela.
