CORREN LOS VERSOS.
A Moisés Jorquera Vivanco,
gran poeta y amigo.
Corren los versos en una secuencia sin igual, siguen su curso con su ritmo natural. En una noche muy particular, le cantan a un niño que acaba de nacer, hay una esperanza en lo más profundo del ser.
Afuera, la luna con su halo traspasa las nubes, engalana su velo con el aura dorada, tenue, discreta. La noche es tranquila, templada, el verano austral apenas inicia su paso por los Andes siempre blancos.
En el silencio, el suave pulsar sobre las teclas marca el ritmo de las letras, tenue, para no romper la calma que se respira.
Con ese ritmo corren los versos en una secuencia sin igual, siguen su curso con su ritmo natural, resaltan en la pantalla luminosa, como las estrellas sobre el terciopelo celestial. Reflejan el sentir del poeta cuando abre su alma turbada por la tristeza de fatal dolencia que le ahoga el pecho.
Tiene el corazón puesto en ese niño que acaba de nacer en un pesebre con toda humildad. Le dedica sus versos viajeros en el tiempo y la distancia.
En cada estrofa pone todos sus anhelos, es un canto de vida, un canto de amor, nada dice de aquello que le causa el dolor; que lo va consumiendo cual cera ante el altar. Es el pabilo de la esperanza que con cada palabra hilvanada nada dice del sufrimiento que le está quemando sus entrañas, todo es acción de gracias al Verbo que se hace carne, que es su palabra, su verdad la que le da la vida.
Corren los versos hasta que las fuerzas abandonan al poeta, su respiración es lenta y profunda, sus párpados se cierran, no puede soportar más el sopor del sueño.
Una pequeña mano acaricia su frente, repasa su descanso al tiempo que, en el monitor las palabras vuelven a danzar, traen el ritmo de la armonía sin fin en ese gran poema de amor.
Cabe el gran ciprés de la Plaza Mayor del valle angosto y risueño, con sus raíces de múltiples rostros, para el poeta ya no hay angustia, ya no hay dolor, junto a María y José, el niño de Belén le arrulla con su amor. Es la esperanza hecha realidad, el milagro de la Navidad.
Phillip H. Brubeck G.