El USO DEL PUNTO ( . )
El punto es un signo de puntuación que se usa para indicar el final de un enunciado, un párrafo, un período o un escrito.
Un buen ejemplo de esto, lo podemos encontrar en este párrafo de «El artista y el estilo» de Azorín: “¿Cuestión de psicología el puntuar? Evidentemente. Varía la puntuación a lo largo del tiempo, como varía –no mucho- la sensibilidad. Varía la manera que el hombre tiene de sentir, y varía el modo de expresar esos sentimientos. Cosa curiosa es ver cómo puntuaban los antiguos y cómo puntuamos nosotros.”
A la hora de leer, el punto nos señala una pausa marcada, lo que nos indica la terminación del enunciado o del párrafo.
El punto se escribe en la parte baja del renglón, pegado a la palabra que le precede.
Punto y seguido
Al término de una oración, si el asunto de que enseguida se va a tratar tiene íntima relación con el anterior, se continúa escribiendo en el propio renglón, razón por la cual se le llama «punto y seguido». Siempre la primera letra de la palabra que sigue al punto, se debe escribir con mayúscula.
Esto lo podemos ver en el siguiente párrafo, también de Azorín:
“Cada autor puntúa a su modo. No es sólo la cuestión de escribir, sino que es menester ver como vamos poniendo los puntos y las comas. ¿Acaso, lector, es indiferente el situar en un lado o en otro los puntos y las comas? ¿Y es que el estilo no son los puntos y las comas?”.
Punto y aparte
Cuando termina un párrafo, se le llama «punto y aparte», porque la oración inicial del siguiente párrafo se deberá escribirse en un nuevo renglón. Como lo usé en estos dos párrafos del artículo «¿Qué es un niño?:
«Es la alegría de la casa. En la inocencia de sus juegos sus gritos atruenan por doquier, junto con sus risas en señal de su alegría despreocupada, aunque a veces un poco más de escandaloso para los oídos del adulto amante de la tranquilidad.»
«Trepa por todos lados, primero, sobre los barrotes del barandal para escapar de la cárcel de la cuna. Los libreros tienen buenos peldaños y libros que satisfacen la curiosidad. Al abrirle las puertas de la casa hacia el patio, el parque o el campo, es escalador de árboles y bardas, vence el miedo a las alturas, se vuelve intrépido para ir cada vez más alto, aunque a veces compruebe que en la caída se puede romper un hueso, por lo que deberá soportar la inmovilidad de la férula hasta que vuelva a soldar.»
Punto final
Su nombre es elocuente: cuando se termina el escrito es punto final, como el que verás al final de este artículo, pues no habrá nada más que decir.
Otro uso más
También debe emplearse el punto después de las abreviaturas y de las iniciales: Ing., S.A.
La Ortografía de la Real Academia nos especifica que no debe usarse al final de los títulos y subtítulos cuando van escritos en un renglón aislado, como lo puedes constatar aquí.
Phillip H. Brubeck G.