8. Es una aventura viva.
Leer es una aventura impresionante en la relatividad del universo, alimenta de manera constante la imaginación.
“Yo soy de Einstein -afirmó un amigo-, cuando leo voy más allá del tiempo y el espacio, estoy en la relatividad del universo”.
Una buena narración nos mete a la historia, nos hace parte de ella para viajar a lugares insospechados en el tiempo y el espacio, “al infinito y más allá”, en el mundo real o de la fantasía; un nuevo mundo impalpable físicamente pero sensible en su totalidad, con imágenes escondidas en la mente de uno que las letras nos hacen descubrir.
A través de las descripciones vemos los lugares, reconocemos a los personajes, estimulada la imaginación percibimos sonidos, olores, así como las sensaciones dérmicas.
La narración nos inyecta la adrenalina de la emoción, la empatía con determinados personajes y el rechazo de otros, pues nos hace parte de la acción.
A su vez, con los diálogos descubrimos la forma de ser de quienes hablan y hasta los podemos refutar, o consolar, o secundar.
Así, de manera espectacular se expanden los horizontes.
Continuará…
Phillip H. Brubeck G.