NO NOS CANSEMOS DE HACER EL BIEN.
Repitiendo las palabras de San Pablo a los gálatas (Ga 6,9), el Papa Francisco, en su mensaje para la Cuaresma 2022, nos exhorta a no cansarnos de hacer el bien a los demás, a todos cuantos nos rodean, en un caminar junto con los otros en una auténtica vida de comunión, con la cual se camina junto a los demás, y así cumplir la misión de ser colaboradores de Dios.
A su vez, en el llamado a la conversión que hizo durante el rezo del Ángelus el 27 de febrero, puntualizó que debemos limpiar nuestra mirada para ver primero en nuestro interior a efecto de reconocer nuestros errores y miserias, con lo cual “se abre para nosotros la puerta de la misericordia”, y después ver a los demás como Jesús lo hace, que ve primero el bien, lo bueno que hacen. También ve nuestros errores, pero no se concentra en ellos, pues sabe que podemos cambiar.
Nos advierte del “riesgo de dependencia de los medios de comunicación digitales que empobrece las relaciones humanas”, por eso es importante limpiar la mirada para ver a los otros directamente a los ojos y así enriquecer las relaciones interpersonales.
Debemos recordar que esta Cuaresma está inscrita dentro del proceso sinodal, en el cual debemos encontrar los nuevos caminos de la Iglesia, por eso el contacto visual es fundamental, porque indica que el otro nos interesa tal y como es, con sus virtudes y defectos, y así lo aceptamos, como Dios nos acepta.
Pero además, el Papa nos invita “a reflexionar sobre nuestro modo de hablar”, pues muchas veces nuestras palabras son insidiosas, de rencor, de envidia, lo hacemos de manera irreflexiva en una supuesta “sinceridad”, y no nos damos cuenta del daño que eso causa, por ello debemos estar conscientes de nuestras palabras, para que sean bondadosas y realmente constructivas de la civilización del amor.
Pero al mismo tiempo, nuestras palabras deben ser las necesarias para sembrar el amor, dejando espacio para escuchar la palabra de Dios, las palabras de los demás, saber lo que sienten, sus alegrías, sus ideas, sus anhelos, sus necesidades, sus penas. Es generar el diálogo, por eso no debemos cansarnos de orar, para al mismo tiempo cumplir la misión de divulgar el Evangelio por todos los rincones de la tierra, con “una comunicación humana más integral, hecha de «encuentros reales», cara a cara.”
“No nos cansemos de hacer el bien en la caridad activa hacia el prójimo”, el amor, la justicia y la solidaridad, forman parte de la vida en comunidad, están insertos en el proceso cotidiano, en el caminar con las manos entrelazadas al encuentro de Dios.
Phillip H. Brubeck G.
