Fagofobia
Litros y litros de agua comprimen mis vías respiratorias
caigo rendido ante la desesperación y otras emociones ilusorias,
ruego y ruego por ayuda para no tener que sufrir
me angustio porque no quiero sucumbir.
Pataleo y braceo sin cesar
abro la boca y trato de respirar,
siento como si estuviera en un viaje astral
alcanzo a tocar las profundidades del miedo cerval.
Trago el líquido que golpea mi rostro
entre la espada y la pared me postro,
llego al momento culmen de la intranquilidad
suplico ya no ser víctima de la iniquidad.
Veo imágenes difusas de mi vida
diviso reminiscencias durante mi partida,
mi cuerpo se vuelve pesado y grisáceo como una estatua
como si fuera un condenado a cadena perpetua.
Toco fondo y me rehúso a caer
trato de flotar para no fallecer,
escupo agua como un grifo
hacia mi destino final me dirijo.
Imploro piedad para no padecer más
se desvanecen todos mis recuerdos de los demás,
hasta el último momento estoy dispuesto a aguantar
siempre y cuando ya no me tenga que arrastrar.
Siento cómo me ahogo
con mis errores y caprichos del pasado me desahogo,
mi vida siendo arrebatada de a poco
en medio del ponto me apoco.
Las alígeras olas mi cuerpo constriñen
de lágrimas y sudor mi rostro se tiñe,
mi alma siendo amedrentada por la agonía
y el encrespado mar que prosigue con su monótona sinfonía.
Finalmente le digo adiós al mundo
y en lo más profundo del temor me hundo,
cierro los ojos antes de morir
esperando que la muerte me deje sonreír.
Kevin M. Weller.
