TE ESPERABA HACE TANTO

Desde tanta distancia como me supone
el despojarme de un beso en mitad de la noche.
En medio de dos o tres palabras
donde siempre me surges,
sé que me estás llamando desde lo más absoluto…

Hoy te escribo en el suspiro que interroga
desde las riberas del alma,
tras el halo de la luna…
-En medio de tanta ausencia-.

Bajo un cielo poblado de grises
desde donde sigue siendo,
esta rosa solitaria, el rumor de la noche,
esa lágrima suelta
de las profundidades de tu mar.

Sigo aguardándote en sueños,
en el renacer de cada estrella
que bordea tu ausencia.
Sigo creyéndome adorada
aquí dentro,
solo para decirte que me cabe tu tiempo,
que sucumbo al coqueteo
detenido en el susurro de tu aliento.

Y voy hacia ti de luna llena
vestida de rosa y azucena,
avanzando hacia ese nuevo día
donde sin pronunciar palabra
habremos de encontrarnos,
en mitad del arco iris,
sin límites de cielo,
en el instante sin tiempo
donde todo nos reconoce.

Porque sé que me esperas
en la sonrisa dulce
que sostiene ese beso
largamente anhelado…

-Bajo las acacias- .

En el amor, sí,
en ese amor inmenso
que se ha ido cultivando
de días, de palabras, y de besos.
De lo que nunca se sacia,
de aquello que no alcanza.

Está la noche sola, tan sola,
terriblemente sola…

-Te esperaba hace tanto-.

Pero tú, pero yo
sin tú ni yo saberlo,
estábamos antes del amor,
y estamos ahora.

Cecilia Ortega Astorga.