EL NIÑO QUE CREÍA EN LA MAGIA.
Había una vez un pequeño niño, él se llamaba Jorge, él creía en los unicornios, hadas, sirenas, duendes, etc.
Un día pensó y pensó y se dijo a sí mismo: – ¡A mí me gustaría ser un unicornio! –exclamó.
Su madre pensaba que estaba loco, pero se dio cuenta de que era hora de decirle que son mitos. Pasó el tiempo, el niño creció y creció, pero su imaginación no se le había olvidado.
Un día que su madre enfermó le dijo a Jorge que los unicornios, hadas, duendes, eran mitos. Jorge no le quería creer y se dispuso a encontrar un hada, un unicornio o un duende. Pasaron los días, Jorge se hacía viejo y su madre falleció.
Un día se dijo a sí mismo: – Es verdad, mi madre tenía razón, son mitos –se rindió, pero él nunca dejó de creer en la magia.
Enseñanza:
La enseñanza es que no dejes de creer en la magia y no hay que darse por vencido, por ejemplo, Jorge siempre creyó en la magia y nunca se rendía.
Ana Paula Morales.