Más aprisa, Parte 3.

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Más aprisa 3

Tomó su teléfono móvil, activó la aplicación de internet, pero obtuvo el mismo resultado. Desesperada decidió enviarle un mensaje a través de whats app a su gran amigo el nerd de la informática en la universidad, pero al ver que las letras tardaban mucho en salir, se vio obligada a comunicarse telefónicamente.

– Rutilio, qué bueno que me contestaste rápido.

– ¿Qué te pasa Silvertina?, te noto demasiado angustiada.

– El sistema está muy lento… más lento que la máquina de escribir mecánica de mi abuelito.

– ¡No!… ¡No puede ser!

– ¡Sí!, te lo juro por san Google, hace un ratito quise poner un mensaje y aparecía una letra por segundo.

– Déjame ver -encendió su ordenador portátil-. ¡Madre santa! -exclamó alarmado-, no puede ser, tienes razón, por más rápido que tecleo las palabras, sale una letra por segundo.

– Te lo dije, y tú no me querías creer.

– Déjame ver si es nada más aquí -con el mecanismo de enlace de tres, marcó el teléfono y le habló a su amigo en Italia (por suerte, allá apenas eran las diez de la noche).

– ¡Aló!

– Manzino mio fratello, acá los sistemas se están volviendo locos, todo está operando con una desesperante lentitud, ¿cómo están allá?

– Déjame ver -de inmediato se conectó a la internet, el navegador tardó 32 segundos para desplegar su página de inicio, luego fue testigo de la forma como las letras se imprimían en la ventana de acceso, una por segundo- Mamma mia! -ante el grito hiperbólico de su amigo, Rutilio tuvo que retirar de su oído el auricular del teléfono; a su vez, la muchacha se quedó petrificada-. Che cosa é questo?… E’ la fine del mondo.

– ¡Dios mío!, ¿ahora qué vamos a hacer sin computadoras? -chilló angustiada Silvertina.

Al mismo tiempo en el otro extremo del cibercosmos, Epifanio, totalmente desesperado intentaba alimentar su página web.

-Es el colmo, a mí se me hace que me están hackeando los envidiosos que no pueden ver que uno tenga un buen número de seguidores, esto es auténtico terrorismo cibernético. Pueden ser los yihaidistas del Estado Islámico los que nos están saboteando para acabar con la cultura occidental cristiana. No, más bien se parece a la intervención yanqui de la CIA, esos metiches se infiltran en todas las redes sociales para ver quién se burla de las trumpadas y se opone abiertamente al american style of life -mecánicamente su vista se fijó en el rincón inferior de la pantalla, el reloj marcaba las 15:18.

Continuará…

Phillip H. Brubeck G.

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