EL APRENDIZAJE.
– Buenos días mamá, ¿cómo estás?
– Bien y ¿tú cómo has amanecido?
– Muy bien gracias.
– Pepina, ¿qué te parece si vamos al prado?…
– ¡Ay que lindo!, ¿vamos a recolectar flores?…
– ¡Es muy buena idea!
– Más tarde…
– Mira un diente de león.
– Es como un hombre grande y tierno…
– ¡Allá, allá, hay una ilusión!…
– Son como los hombres que siempre tienen fantasías en su cabeza y no empiezan por no querer acabarlas…
– Mira una rosa, ¡qué bello es su color!…
– Es un hombre elegante y distinguido…
– ¡Un clavel!
– Hermoso tierno y sincero…
– ¡Una maravilla!…
– Su interior es lo que causa calidad en su familia…
– ¡Un cerezo en flor!
– Su aroma es satisfacción de honestidad…
– ¡Una flor de manzano!
– Hombre prohibido para algunas, reflexión para otras…
– ¿Has visto alguna vez la flor de la higuera?…
– La vi deshojarse, es como un hombre que se lo lleva el viento y jamás regresa…
– ¿Y cuál tú crees que es la mejor flor?
– La que sienta tu corazón y llene tu interior…
– ¿Regresamos?…
– Si mamá, ¡Me gustó mucho venir a este campo de flores!…
René Julio Milla Auger.
Del libro: “Cuentos para Noche Buena”.