LAGRIMAS DESPUÉS DE LA IRA DE LOS DESCORAZONADOS
O LA MANCHA DE LA DESLEALTAD.
El refugio mental del alma
vierte su humor negativo
en líquido negro,
expandible,
cobrando afrentas
de ego podrido,
de materialistas,
títeres de la vida,
bailando
alocadamente,
al son de la esclavitud.
Traca, tra, la, la, la.
La danza termina
en el obscuro cuarto
del sol burlón.
La ventana
ocupa su ser.
Latidos cardiacos
de la nada.
Ciudad Fría,
solo congelada
Preparación,
pretexto.
Y seguir jugando,
jurando venganza,
blasfemando
con su hipótesis fallida,
del todo lo sé.
Traca, tra, la, la, la.
El reloj
los vuelve sucios
no pueden entenderlo,
fingen con
el rezo cotidiano
de sus ideas
prostituidas.
¿Volveran en sí.
seres de la rutinaria gesta?
¡Consumida en pesar perpetuo!
Ahora…
sueñen la vida de los justos.
Traca, tra, la, la, la,
Sonrían…
Muertos encarnados
Su hora de la “real”
ira catártica
no funciona…
Víctor Hugo González Fernández.