Octubre es un mes maravilloso
A la Bella Dama que llenó
mi corazón del más rico
aroma de la amistad.
“Pensar en ti…
es dibujar estrellas con tu nombre;
escribir poemas con tu sonrisa;
inventar mundos con tu presencia;
soñar despierto”.
Hoy recuerdo cómo te conocí; cómo empezaste a palpitar en mí, aquella noche serena que se asomaba por las ventanas y pasillos sin atreverse a profanar el recinto donde reinaba la luz.
“La noche tiene los más hermosos motivos
para escribirte un poema
porque tú le inspiras las más lindas imágenes
y entonces la noche se hace poeta
gracias a ti”.
Tu hermosa sonrisa cautivó mi atención. Y tu elegante presencia me hizo ver que recién conocía a alguien especial, muy especial. “Te vienes a trabajar conmigo”, fueron tus primeras palabras, cuando nos presentó otro ser maravilloso a quien siempre consideraré una elegida de Dios.
“Que la noche sea una hermosa
cómplice de tus sueños”.
“Mi sueño es más dulce cuando
me acuesto pensando en ti”.
Hoy quiero perpetuarte en mis recuerdos, sobre todo en mi corazón de amigo, que tanto requirió de ti cuando estábamos juntos y era feliz con tu sola presencia; y qué mejor que la poesía para sentirte siempre cerca aun cuando la distancia se interponga entre los dos…
“Eres el más rico aroma que se desliza tiernamente por mi pensamiento”.
“Mujer…
diosa de la creación;
madre de Adán;
ser divino;
lenguaje universal;
luz infinita;
llama de amor”.
Permanecí un rato contemplando el frío que en silencio pasaba rozándome la piel, mientras me dirigía a mi acostumbrado destino en las afueras de la cuidad. Recordaba la imagen de quien minutos antes parecía haber surgido de la nada para quedarse en mí…
“Si la vida no te acaricia,
el mundo no te sonríe,
el amor no te corresponde,
el éxito no te acompaña;
recuérdame soy parte de ti”.
En octubre, volveríamos a cruzar nuestras miradas en otro espacio donde el saber y el deber se encontraban cada ocho días, o menos, para preparar y compartir actividades que luego resultaban interesantes. Desde entonces: Octubre es un mes maravilloso…
“El mundo que sonríe es para ti,
el que sueña está en ti,
el que ama es parte de ti,
el que espera necesita de ti”.
Los recuerdos de aquel mes ocuparon mi memoria y el tiempo se hizo historia para convertirse en recuerdo; el presente se detuvo para que el pasado hablara en su propio leguaje, y yo permaneciera observándola desde mi lugar sin atreverme a interrumpir su diálogo que resonaba en mí, despacio, para que lo entendiera todo como si estuviera viviendo de nuevo aquellas escenas del recuerdo.
“Conquisto el día con tu amor,
y cada amanecer es perfecto
porque tú estás en mi corazón”.
La sorpresa fue agradable; desde ese inolvidable momento, Bella Dama, surgió como un epíteto inigualable que, junto a Amiga Bonita.., repito dulcemente en mí porque…
“Sé que estás ahí;
en nuestro silencio;
en nuestra soledad;
en nuestros sueños.
Sé que estás ahí,
por eso te quiero tanto”.
Un gesto agradable en tu rostro de mujer bonita, me acercó a tu corazón, naciendo así la amistad que nos unió muchos días. Esto confirmó la tesis que si el amor es perfecto también la amistad puede serlo algún día, en algún momento; especialmente, cuando deseo…
“Que seas la mujer más dichosa del mundo;
la amiga más amada del universo;
la dama más admirada por mi corazón”.
La mágica noche que unió nuestras energías, me habló tiernamente al oído con palabras que aún resuenan en mí como dulce melodía y alimentan mi alma. Desde entonces, Bella Amiga, siento deshojar mi vida para contemplarte como sólo se hace con los seres especiales…
“Vamos a escribir la vida con pétalos de rosa,
para que nuestra existencia se impregne
del más rico aroma de felicidad”.
“Si el día está triste, sonríe;
si estás feliz, canta;
si te parece difícil lo que haces, persevera.
Recuerda que eres un ser maravilloso”.
“Los días son más lindos cuando formas parte
de los latidos de mi corazón”.
Todo existe gracias al amor, y hasta el desamor corre por sus sagradas venas; fortalece el espíritu para que perdure el reino de la amistad, donde tú eras la Reina; y Yo, su caballero preferido que le rendía tributo con bellas palabras que expresaban lo que eras, y significaban lo que soy…
“Deseo que hayas tenido un despertar de Princesa
y disfrutes de un día de Reina en este paraíso que
hemos descubierto con nuestra amistad”.
“Que el día se te manifieste
sólo en lo que merecen las reinas:
bellas miradas, tiernas palabras, lindas sonrisas”.
Hermosos recuerdos fueron llenando nuestro singular espacio. Dios lo ha hecho posible, y todas las casas hermosas de la vida se han encontrado en el momento justo y el lugar indicado para recibirnos con los brazos abiertos.
“Que el pintor del universo
haya reservado en paleta
una tierna pincelada para tu noche
y te dibuje el mejor de tus sueños”.
La amistad se nutre del amigo como la noche del día; y estos se convierten en sinónimos de ese río que fluye por la arena de la vida, regando la existencia de amor. No importa más que soñar para llenar cada espacio existente con lo mejor de nosotros…
“El día respira aire fresco desde muy temprano,
parece que se entretiene con el sol,
que poco a poco colabora con la hermosura
que Dios ofrece a su Reina: Tú”.
“La noche se vistió de gala;
eligió su mejor traje;
quiere lucir radiante,
pues debe asistir a contemplar
el lindo sueño de la Reina: Tú”.
Así trajinamos el exigente sendero de la amistad, tan rodeado de asperezas, sobre todo; intentamos hacer de la felicidad un verdadero encuentro de ternura y comprensión.
“La vida es un hermoso jardín
donde los seres maravillosos como tú
son las flores más lindas y consentidas.
No lo olvides…Te quiero mucho”.
“Brindemos con la izquierda para que se repita”, pronunciaron tus sensuales labios aquella noche cuando compartimos la inolvidable cena por la que habíamos esperado, y nuestros corazones comprendían el deseo de compañía que latía en sus venas y el afecto y la confianza; elementos reservados para quienes se conocen desde el espíritu y hacen de la existencia un instante ideal para vivir, sobreponiéndose a las dificultades por las que debe pasar el ser humano en la búsqueda de su perfección.
“Sabes… escucho tu voz, abrazo tu aliento,
siento tu risa, consiento tu ser… sí,
con el recuerdo que me trae la noche… así eres, así existes”.
“Eres brillo que no se opaca con la vida;
ternura que no cesa con los años;
amor que no cambia con los días.
Eres… Tú….”
Nuestro paraíso fue cada día una hermosa oportunidad de la vida para ser feliz y hacer felices a quienes nos rodeaban; para aprovechar cada sonrisa, cada mirada, cada momento… como singular expresión de un sentimiento difícil de alcanzar, y que sólo necesita de dos para ser cierto, real.
“Sabes…
con amor se construye la vida,
con los días, los años;
con estos, la existencia;
con ella, los sueños…
contigo…la felicidad”.
Cuando la ciudad amanece vestida de blanco y el frío se pasea por las calles, te recuerdo, Amiga bella, porque fuiste una hermosa musa para mi alma… Cuanta alegría y esperanza de alcanzar un sueño: ¡hacerte feliz! Pero el tiempo se nos terminó y…
“Desde que respiro tu amistad,
el aire que entra y sale de mis pulmones
es más puro, más sereno;
¡Ojalá, así respirara mi corazón!”
“Te recuerdo, sí,
desde mi silencio;
desde mi locura;
desde mi corazón;
desde mi alma, sí,
porque eres parte
de… mi vida”.
Lamento que mis palabras, mis sentimientos, mi sinceridad, mis… hayan perturbado tu sueño de reina encantada. ¡Perdóname!, si deseaba lo mejor para ti, era porque esperaba lo mejor para mí.
“Para que no me olvides:
he dibujado tu nombre con mis sueños,
conquistado tu silencio con mi alma;
secado tu llanto con mis ojos;
calmado tu soledad con mi presencia;
acompañado tu tristeza con mi alegría;
contado las estrellas con tu mirada;
calmado tu frío con mis versos;
llorado en silencio, tu partida.
Todo, sí,
para que no me olvides”.
Nunca dejaré de quererte como la amiga que siempre esperé; con el amor que has conquistado de mi inquieto corazón. Y si en lo que resta de nuestra existencia, no hay más que un adiós, eso significa que nos conocimos para querernos, y luego olvidarnos por habernos querido mucho…
“Cuando el sol respire,
el llanto calle,
el río sueñe,
la flor celebre,
el día sonría,
el rencor descanse,
y el amor no exista…
Yo te olvidaré”.
¡Gracias! Por permitirme ser parte de ti desde aquel mes maravilloso, por no negarme lo hermoso que fue saber de ti; lo alentador que fue pensar en ti… ¡Que Dios y sólo Él te bendiga, Amiga Bonita!
“Es media noche… el corazón está soñando…
y los ángeles esperan tu presencia
para completar la magia del descanso”.
Sé que algún día te marcharás. No me da miedo tu ausencia; perder el vuelo en tus níveas alas de ave soñadora que me ofreciste; sí, que no alcances las estrellas o, por lo menos, que desde donde estés no sea más próximo tu viaje hacia la felicidad que tanto anhela tu hermoso corazón…
“Una flor es
un obsequio de Dios;
una amiga, de la vida;
una sonrisa, de la amistad;
un sueño, de la esperanza;
un amor, de la verdad;
tú, de mi corazón”.
“Te escribiré cada día cuando te piense;
cada momento, cuando te recuerde;
cada instante, cuando te sueñe… Siempre…
Sí, porque eres un ser muy especial”.
Tulio Aníbal Rojas.