LIBRES
Siempre me he preguntado la razón
por la que el hombre devora al hombre
que intenta abrirle sus jaulas.
Nunca entendí que fuera tan grande el delito
de no tener miedo a traspasar los límites establecidos
siguiendo la brújula del corazón.
¿Por qué darán tanto miedo
los hombres y las mujeres libres?
¡Qué tinieblas se atreverán a iluminar con su luz!
Si no hay necesidad más básica que la libertad…
¿por qué la soga, el fuego, la metralla o la cruz?
Mayte González Gallego.