Qué difícil es
Qué difícil es olvidar
aquellos momentos de locura,
donde nuestros labios se unían
como noches con estrellas.
Qué difícil es soltar
estos amarres donde
mi barca busca tus profundidades.
Qué difícil es decirte: adiós.
Porque sin estar contigo,
todavía te recuerdo,
lleno de alegría
y de sonrisas,
qué difícil es soltar
estos amarres de mi
golpeada barca.
José Argenis Peña Salcedo.