Recuerdo de diván.
En el diván de mi recibo
aún está tu olor presente.
Aroma de hembra hermosa,
de besos inolvidables,
que marcaron mi pensamiento,
El recuerdo,
hace que mi corazón palpite.
Sentado en este diván
de recuerdos.
Amarte sobre la hierba.
Amarte
sobre la hierba húmeda,
sentir tu piel aterciopelada,
tomar de tus labios
el elixir de la pasión,
cabalgar en el potro indetenible,
del frenesí
de las querencias nocturnas.
Eres el cuerpo del pecado,
del deseo y la lujuria,
mi Afrodita soñada,
la voz del susurro ardiente,
mi imagen onírica.
Pablo Quintero Rodríguez.